La posición estratégica del castillo de Santa María ha despertado, con el correr del tiempo, la codicia de numerosos ejércitos. Existe sin embargo una historia completamente sobrenatural acontecida en tiempos lejanos. Un joven guerrero cuyo nombre nunca sabremos, poseía dones extraños en el arte del combate.Arquero increíble, daba en el blanco a 3 kilómetros de distancia. Sus flechas, a pesar de los torbellinos y las fuerzas de los vientos contrarios alcanzaban su meta con la precisión de un láser . No era hermoso sino grandioso. Su rostro surcado de signos daba la impresión de haber sido esculpido por dioses de otro continente.Corría tan rápido como un caballo y saltaba más alto que su cuerpo. En suma, su valentía, su tenacidad, su fidelidad hacían de él un elemento clave del ejército que lo había contratado.
La Fabulosa historia del Gigante enterrado vivo
Una creación presentada del 15 al 17 de mayo de 2008 en Santa Maria da Feira, Portugal y programada por el Festival Internacional de Teatro de Calle "Imaginarius" de la Ciudad. Este festival ya había invitado a dos producciones de la compañía: "¡Rebajas! Dos espectáculos por el precio de uno" en 2004 y "Fotonovela" de la Gran Reyneta en 2006 - 5000 espectadores.
Pero un día , mientras estaba atacando el castillo de Santa María, fue traicionado por los suyos. Atraído a un subterráneo que llevaba a la plaza de armas del castillo, se encontró sólo frente a toda una guarnición de asediados, tan cruel como asustada por el desenlace del combate. Fue entonces de inmediato echado a una mazmorra donde ya nadie escuchó más de él. Y el tiempo corrió.
Un milagro debió producirse pues no murió por sus heridas. Pasó largos años abrevándose de la humedad de su calabozo, alimentándose con insectos y con los restos de los cuerpos humanos tirados como él en la fosa. Y un día, dejó de envejecer y se puso a crecer. Las mazmorras estaban inmersas en la obscuridad, nadie se percató de su asombrosa transformación. Hacía ya tiempo que otra gente gobernaba el castillo. Durante su crecimiento, su corazón cambió : se volvió terrible, seco, lleno de odio. Un día se divisó su cráneo a nivel de la mazmorra : había alcanzado 10 metros y era un gigante.
Los habitantes del castillo espantados por este descubrimiento decidieron emparedarlo vivo fabricando una inmensa losa que depositaron encima de él. Luego construyeron sobre la losa un pilar, destinado a soportar una parte del castillo ; así el guerrero fue de nuevo olvidado. Ciertos días y ciertas noches se oían sus quejidos que hacían vibrar las piedras del edificio. A la larga, se volvió una leyenda. Se acabó por respetar al monstruo. Se acordó entonces dejarlo respirar al pie del castillo, al tiempo que lo mantenían prisionero, pero tratándole con el debido honor. He aquí la historia del guerrero sepultado vivo delante del castillo de Santa María.
© Jean-Luc Courcoult, Autor, director - Fundador de Royal de Luxe
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