En los tiempos de las leyendas, un Gigante se había instalado en medio de un río y todos los navíos que por ahí pasaban lo encontraban en su camino. Como en las autopistas de hoy, pedía una cuota para dejar libre el paso. El dinero recolectado le servía para construir la ciudad que soñaba. Había excavado unos estanques a manera de inmensas tinas de baño para descansar en ellas y acoger a otros Gigantes.
El Buzo, su mano y la Pequeña Gigante
Una creación presentada del 20 al 22 de agosto de 2010 en Amberes, Bélgica, en el marco de la 16ª edición del festival Zomer - 800.000 espectadores.
Un día, unos conquistadores de otro mundo lograron capturarlo y le cortaron la mano. La corriente se los llevó, a él y a su mano, al fondo del océano. Caso extraño, la mano vivía por sí sola en alguna parte debajo de las aguas del Atlántico donde se ocupaba en acariciar las rocas, las algas y los peces.
Un día, una tempestad trajo un baúl lleno de correos de un barco de la Red Star Line que navegaba desde Amberes para alcanzar la costa americana y que se hundió al lado de la mano. Con mucho afán y valor la mano arrastró el baúl hasta una de las tinas de la ciudad. Infelizmente, a falta de tener brazo, sólo pudo depositarla en el muelle.
Si embargo, su sobrina, la Pequeña Giganta, fletó un buque para ir en busca de su tío, pero no lo encontró. En el lugar donde el Gigante descansaba, un géiser bajo el mar lo despertó. Algunos Gigantes del fondo del agua le construyeron un escafandro para permitirle reencontrar a la Pequeña Giganta que tanto amaba.
Recorriendo las dunas de arena submarinas reencontró su camino hasta la ciudad donde, al llegar, se recostó en una de sus tinas. Finalmente la historia nos dice que reencontrará a su mano, al correo perdido y a la Pequeña Giganta, pero no es más que una leyenda.
© ©Jean-Luc COURCOULT, Autor, director - Fundador de Royal de Luxe
Testimonios
« BRAVO!! I just cannot look away these creations are fabulous! »
Tina Williams - Cornelius, Estados Unidos -1 de diciembre de 2023