Un accidente de espectáculo es el encuentro inesperado, brutal y perturbador de un espectador con una imagen: es un choque imaginario que se imprime en la memoria del público.
La durabilidad de esta impresión depende de la calidad misteriosa y poética de la imagen.
Siendo uno de los deseos de nuestros espectáculos dejar huellas en la memoria imaginaria de la gente, nos pareció obvio crear estos encuentros de imágenes en el momento más sorprendente y en un contexto inesperado.
Este espectáculo está integrado en el tráfico (su vocación no es crear atascos sino utilizarlos). Se compone de una sucesión de imágenes extrañas, sin ningún vínculo aparente entre ellas. Está dirigido a automovilistas y peatones en encuentros aleatorios que intentaremos multiplicar en lugares estratégicos de la ciudad. Uno de los momentos más propicios es por la mañana, todas las acciones tendrán lugar preferentemente entre las 7.00 y las 10.00 de la mañana durante cuatro o cinco días (dependiendo de la cidudad).
La mañana, en los atascos, es una hora extraña, casi inútil, como el tiempo perdido entre el sueño y el trabajo. Una hora en la que los sueños de la noche se desvanecen o reaparecen.
Este espectáculo podría ser un intento de prolongarlos con otros. En este contexto, podemos decir que vamos a tratar de crear accidentes de espectáculo en los atascos de tráfico.
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